Por aquí nos centraremos en las diferencias conceptuales entre estos tres palabros que, en demasiadas ocasiones se usan indistintamente, cuando la realidad es que sus significados son bien diferenciados.
¿Qué es el cannabis?
Desde el término cannabis nacen los otros dos términos que se mencionan (marihuana y hachís) y es que es la planta de la que salen estos dos últimos.
Con cannabis o cánnabis nos referimos a la planta de la familia cannabaceae, de probable origen en asia oriental y que lleva siendo utilizada desde hace miles de años debido a sus múltiples funciones ya sean terapéuticas, lúdicas o textiles, entre otros.
Se incluyen dentro a tres especies, debido a su aspecto y propiedades, diferencias:
- Cannabis sativa: es la que tiene un efecto más eufórico y alucinatorio, debido a su alta concentración de THC, y la preponderancia de este respecto a otros cannabinoides como el CBD.
- Cannabis índica: tiene propiedades más ansiolíticas y sedantes. Favorece la relajación, debido a una menor concentración de THC en favor de otros cannabinoides.
- Cannabis ruderalis: cuyo uso principal es el desarrollo de fibras textiles y de uso industrial, debido a su baja concentración de principios psicoactivos.
¿Qué es la marihuana?
La marihuana es la forma en la que se representan las flores de cannabis, tras su corte, secado y curación. Aunque también se suele llamar marihuana a la planta del cannabis, lo cierto es que se suele emplear el término en contraposición al hachís, para designar a la presentación del cannabis en forma de flores secas, cortadas de la planta del cannabis tras su cultivo y germinación. Aquí convendremos en llamar marihuana a este tipo de presentación.
En torno al poder psicoactivo de la marihuana, existe la falsa creencia de que esta tiene más o menos niveles de THC que el hachís, pero es eso una leyenda. En realidad, el poder psicoactivo de la marihuana o del hachís dependen de la calidad de la planta de la que se extraen o del método para conseguir el hachís, métodos que desarrollaremos brevemente en el apartado siguiente.
¿Qué es el hachís?
Es el nombre que se le da al resultado de extraer de las flores de cannabis los llamados tricomas y formando una resina. Los tricomas están formados por la capa exterior que se puede ver en las flores de cannabis y que contienen la gran mayoría de los componentes activos del cannabis, a saber, THC, CBD, CBG.
Debido al efecto psicoactivo que la marihuana este va a depender de la planta de la que provienen. Es decir, podremos encontrarnos con marihuana más potente que algún hachís porque la planta de la que proviene también lo es.
¿Cómo se obtiene el hachís?
Estas son las formas más tradicionales:
- El método africano: este se usa en Marruecos, se le da un golpe a la planta para que esto cause una liberación de tricomas que se recolectan para filtrarlos. En función de este filtro (o del número de estos), estaremos hablando de más o menos calidad, mientras más se pueda filtrar, la concentración será mucho mayor por que de la misma se eliminan las partes de la planta y demás elementos no deseados en el proceso.
Sin embargo, debido a que la obtención de este hachís pasa por el secado de la planta bajo el sol, el THC presente se ha transformado en gran medida en CBN, otro cannabinoide cuyas propiedades psicoactivas son muy menores al del THC.
- El método asiático: se basa en pasear por la plantación de cannabis con un traje de cuero al que adhieren los tricomas de la planta. Aunque es un método en desuso, el hachís producido gracias a esta técnica tiene la fama merecida de ser de los mejores por la concentración de cannabinoides.
Se conocen muchos métodos caseros para extraer hachís de nuestra marihuana. Entre ellos, la principal es la llamada “extracción en seco”. Esta se logra a partir del filtrado de la marihuana a través de una malla que hace que el producto resultante tenga como compuesto principalmente por tricomas. Para lograr esto, existen varios utensilios que nos serán de ayuda.
- Grinders específicos
Un grinder es un utensilio formado por dos partes dentadas que ayudan a la trituración de la marihuana para que pueda ser consumida de una forma más sencilla.
Pues bien, existen en el mercado grinders que poseen además un compartimento inferior separado por una malla del resto que recoge de forma orgánica los tricomas desprendidos de la trituración de las flores o cogollos. De esta manera, podemos ir recolectando el hachís de una forma que aunque lenta, es eficaz y podremos disfrutar de él tras unos usos de la herramienta. ¡Aquí no se desaprovecha nada!
- Shakers
Otra herramienta para la extracción del hachís son los shakers, cilindros de diferentes materiales como vidrio o plástico que nos ayudarán a tener hachís en poco tiempo. Para conseguirlo, se introducen flores o cogollos triturados de cannabis en el cilindro y se guarda en el congelador durante una o más horas. Al sacarlo, deberemos agitar el shaker con cuidado y el hachís quedará pegado a las paredes del utensilio listo para ser recolectado y disfrutado.
¿Qué es un porro?
El porro es el formato más habitual de consumir cannabis hoy en día. Se trata de un cigarrillo formado a partir de marihuana solamente, marihuana y tabaco o alguna otra planta aromática preparada para ello, o hachís y tabaco u otras plantas.
Para la elaboración de un porro se debe disponer de papel de liar, filtro y su continente, que puede ser tanto marihuana como hachís, mezclado con otra planta como el tabaco u otra hierba que aromatiza la mezcla.
El proceso de liar un porro es el siguiente, y aunque al principio pueda parecerte difícil debido a la novedad, con el tiempo se volverá un proceso sencillo.
- Tritura la flor o el cogollo con un grinder adecuado.
- Mezcla la sustancia resultante con tabaco u otra hierba de tu gusto, habilitada para ello.
- Esparce la mezcla sobre un papel de liar y haz el gesto de enrollar el papel para prensar la mezcla y que sea más fácil sellarlo.
- Una vez que la mezcla haya cogido cierta forma cilíndrica y uniforme, sella el papel haciendo uso de saliva y la pegatina que tiene el papel de liar.
- Con ayuda de tus dedos ve sellando poco a poco el porro.
Ten en cuenta, que igual que nos pasó a todos, al principio tus porros no serán muy estéticos. ¡No te preocupes! Con la práctica conseguirás que parezcan obra de un escultor avezado.